Bruxismo
Bruxismo Viña del Mar
El bruxismo es una actividad parafuncional (anormal) sin ningún propósito funcional de los músculos de la masticación que consiste en apretar o rechinar los dientes. No se conoce con exactitud su causa, pero se potencia por factores como el estrés y la ansiedad.
Los signos y síntomas del bruxismo son múltiples y se hacen más evidentes en el componente más débil del sistema (según el paciente).
Dentro de los síntomas están:
a) El dolor muscular que se produce en los músculos de la masticación y del cuello. Este es el principal síntoma por el que los pacientes suelen acudir, incluso puede producir cefaleas tensionales.
b) Desgaste de las piezas dentales, que produce pérdida del esmalte y la exposición de la dentina. Esta exposición suele producir sensibilidad dental normalmente ante estímulos de frío o calor.
c) Trauma oclusal. Se produce por un exceso de contacto entre la superficie de un diente con otro, lo que puede provocar dolor a la masticación o a la percusión, incluso puede producir movilidad de la pieza y/o fractura vertical del diente (el 98% de las fracturas verticales son por sobrecarga oclusal en piezas con restauraciones extensas no ideales).
El bruxismo si no es tratado puede producir un trastorno temporomandibular (problemas en la articulación), que es un problema en la articulación de la mandíbula que se caracteriza por limitar el normal movimiento de la mandíbula y se acompaña de mucho dolor.
“En una boca sin bruxismo los dientes no se desgastan por masticación; estamos 45 minutos al día masticando a diferencia de las 4-6 horas al día que podemos estar bruxando.”
Preguntas Frecuentes
¿Qué tratamiento existe?
Lo más importante es un diagnóstico precoz para evitar sus consecuencias.
Evaluaremos las posibles causas y examinaremos tus dientes, encías, articulación y musculatura para determinar el tratamiento preciso. Dependiendo del caso se podrán indicaran fármacos, el uso de un plano de relajación o el restablecimiento de una correcta oclusión.
Generalmente se tomarán unos moldes de la boca del paciente y buscará la posición más estable y cómoda para su articulación, musculatura y oclusión, para confeccionar un aparto intraoral, el plano de relajación.
Normalmente será necesario utilizar el plano de relajación todas las noches para dormir, en los casos de bruxismo nocturno, ya que es imposible evitar el hábito mientras dormimos. El objetivo del plano de relajación es evitar el desgaste dental, disminuir la actividad muscular, el dolor y la sobrecarga en las piezas y articulación.
Si el bruxismo es diurno hay que concienciar al paciente para que evite este hábito. El movimiento que se recomienda cuando se detecta el apretamiento es posicionar la punta de la lengua en el paladar. Es una posición de relajación mandibular que contrarresta el apretamiento de los dientes.
Si fuese imposible evitarlo seria recomendable el uso del plano durante el día, como mínimo hasta superar la fase aguda del dolor juntamente con farmacología analgésica y/o miorelajantes musculares.
